Ilustración: Philipp Igunov
NADA ES PARA SIEMPRE
Nadie nos dijo que el amor sería eterno
y sin embargo así decidimos creerlo.
Nos aferramos ambos a los sueños
echando ilusión al fuego
que calentaba los corazones
y alimentaba los cuerpos.
Nadie nos dijo que el amor sería perfecto
y sin embargo tu quisiste forzar que lo fuera
y yo no accedí a tus deseos.
Nada es para siempre, amor.
No duran eternamente los amores
ni son eternos los sueños.
Las ilusiones se apagan,
como se desvanecen los besos
y en la oscuridad que rodea
de tristeza oscura el alma,
nacen los desencuentros.
Nada es para siempre
salvo los recuerdos.
Eso tan solo queda
entre dos que se quisieron.
O quizas para ti ya sea olvido,
tiempo perdido y muerto.
Nada es para siempre
y se va desdibujando tu mirada
al paso de las horas,
los días que se vuelan como las hojas
que en el otoño se lleva el viento.
Nada es para siempre...
No lo fueron tus promesas
ni lo fueron tus deseos,
que como esas hojas otoñales
te fuiste alejando,
marchitando nuestras vidas
al compas de un mal sentimiento.
Nada es para siempre...
Y llegará el olvido
barriendo de mi memoria
tu presencia que ya no será nada,
quizás tan solo un mal sueño
condenado a ser borrado
de mi alma eternamente.
Carmen
(20 de marzo del 2016)
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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