Hoy recibí por correo un texto que me conmovió.
Quizas porque muchas han sido las cosas que me han sucedido durante este ultimo mes y tengo la sensibilidad a flor de piel y la lágrima fácil. Mes lleno de angustias, desilusiones, perdidas,muerte, tensiones, hospitales y visitas médicas. Se que no existen hombres ni mujeres perfectos, que la perfección no reside en que quien queremos deba ser perfecto, sino que la perfección la encontramos cuando aprendemos a amar las imperfecciones del ser amado.
Nunca me había parado a pensar como debería ser mi hombre perfecto. Siempre que ame a un hombre, supe hacer de sus imperfecciones algo perfecto... Quizás debí pararme a pensar un poco más en mi...
Aquí os dejo el texto que me envió tan oportunamente mi querido amigo Pablo desde Bruselas y desde aquí, quiero agradecerle el apoyo incondicional que siempre me demuestra en mis momentos más bajos:
MI BÚSQUEDA
Mi búsqueda no es sencilla:
He encontrado a mi paso amigos, enemigos, intelectuales, conocidos, pero continúa mi búsqueda porque lo que yo deseo es tan solo un hombre.
Un hombre tan seguro de sí mismo que no tema mi plena realización como mujer, que jamás vea en mí a una rival sino que sea para mí como yo para él, eternos compañeros.
Un hombre que no tema a la ternura, que no se atreva a ser débil en aquellos momentos en que tenga que detenerse a recobrar fuerzas para la lucha diaria, que jamás piense que si me ama lo derroto o que si lo amo me aniquila.
Un hombre que me proteja de los demás y de mí misma, que conozca mis errores, los acepte y me ayude a corregirlos.
Un hombre que con cada amanecer alimente nuestro amor con delicadeza, que sepa que para mí una rosa entregada con un beso vale más que una joya entregada por un mensajero.
Un hombre con quien pueda hablar, ante el cual me atreva a decir todo lo que pienso sin temor a que me juzgue o me ofenda, que se atreva a decírmelo todo, incluso que no me ama.
Un hombre que tenga siempre los brazos extendidos para que yo pueda refugiarme en ellos cuando amenazada o insegura me encuentre, que reconozca su fortaleza y mi debilidad pero que jamás se aproveche de ella.
Un hombre al cual lo domine el entusiasmo, que ame intensamente la vida y para el cual cada día sea un regalo que hay que vivir plenamente aceptando el dolor y la alegría con igual serenidad.
Un hombre que sepa ser más fuerte que los obstáculos, que no se amilane ante la derrota y para el cual los contratiempos sean más estímulos que adversidad.
Un hombre tan seguro de su hombría que no tenga necesidad de demostrarla a cada momento.
Un hombre que no sea egoista, que no se atreva a pedir lo que no se ha merecido pero que se esfuerce siempre por tenerlo todo porque se lo ha ganado.
Un hombre que goce dando y sepa recibir; un hombre que no tema amar ni se envanezca porque es amado, que jamás utilice la burla ni la ofensa porque más rebajan al que la hace que al que la recibe.
Cuando lo encuentre lo amaré intensamente.
Y ME PREGUNTO: ¿ACASO ESE HOMBRE ERES TU?
Anónimo
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