Aquello que un día fuí se perdió a lo lejos del camino, en el silencio brumoso de unos sueños que jamás debí permitirme tener. Sueños de falsas promesas y amores fingidos que arrastraron mi alma atormentada
hasta hacerme desfallecer.
Y sin embargo... Soy yo.
Escondida en esa soledad que me envuelve como un sudario frío, perdida en el abismo sin fin de mis noches insomnes... Acunada por esos silencios que hieren y duelen en lo más profundo de mi ser.
Y me pierdo en el recuerdo imperecedero que me habla invariable de él...
Ausencia que me grita lo mucho que perdí por querer seguir sus pasos.
Ausencia de esperanza y fe...
Y la luz del día que se duerme en mis manos vuelve a recordarme una vez más que no van a volver, que los amores perdidos fueron tan solo falsas ilusiones que un día soñé.
Que soy incapaz ya de hilvanar un sueño porque perdí la capacidad de soñar a causa de las lágrimas que
*De entre todos los poetas, que son muchos y muchas, puedo decir sin lugar a dudas que fue Miguel Hernández el que me hizo amar la poesía e inculcó en mí el deseo de expresar mis sentimientos en forma de versos que permitieran hablar a mi alma. Hubo otros y otras poetas que igualmente dejaron su huella en mi sí, pero de entre todos ellos Miguel Hernández fue el más importante para mí.
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Miguel Hernández Gilabert (Orihuela, 30 de octubre de 1910 - Alicante, 28 de marzo de 1942). Poeta y dramaturgo español.
De familia humilde, tiene que abandonar muy pronto la escuela para ponerse a trabajar; aun así desarrolla su capacidad para la poesía gracias a ser un gran lector de poesía clásica española. Forma parte de la tertulia literaria en Orihuela, donde conoce a Ramón Sijé y establece con él una gran amistad.
A partir de 1930 comienza a publicar sus poesías en revistas como El Pueblo de Orihuela o El Día de Alicante. En la década de 1930 viaja a Madrid y colabora en distintas publicaciones, estableciendo relación con los poetas de la época. A su vuelta a Orihuela redacta Perito en Lunas (1933), donde se refleja la influencia de los autores que lee en su infancia y los que conoce en su viaje a Madrid.
Ya establecido en Madrid, trabaja como redactor en el diccionario taurino El Cossío y en las Misiones pedagógicas de Alejandro Casona; colabora además en importantes revistas poéticas españolas. Escribe en estos años los poemas El silbo vulnerado (1934), Imagen de tu huella (1934), y el más conocido: El Rayo que no cesa (1936).
Toma parte muy activa en la Guerra Civil española, y al terminar ésta intenta salir del país pero es detenido en la frontera con Portugal. Condenado a pena de muerte, se le conmuta por la de treinta años pero no llega a cumplirla porque muere de tuberculosis el 28 de marzo de 1942 en la prisión de Alicante.
Durante la guerra compone Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1938) con un estilo que se conoció como “poesía de guerra”. En la cárcel acabó Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941). En su obra se encuentran influencias de Garcilaso, Góngora, Quevedo y San Juan de la Cruz.
Documental Miguel Hernández.
El documental Miguel Hernández, encargo de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), la Fundación Pablo Iglesias y TVE a Es.Docu producciones para recordar al poeta en el centenario de su nacimiento, recorre la vida y obra de Miguel Hernández, el poeta de Orihuela, desde sus inicios como pastor de cabras y autodidacta hasta su reconocimiento como gran poeta por parte del Juan Ramón Jiménez de finales de la República pasando por su participación en la contienda civil -empleando la poesía como arma- y los años que pasó en la cárcel al término de la guerra civil. Más información: http://www.fpabloiglesias.es/editoria...