sábado, 16 de abril de 2022

QUÉDATE... (Lara Fabian)


Tantas veces pedí... Tantas rogué... Tantas lloré.

Tantas promesas fallidas escuche...

Tanto dolor... Tanta desilusión...

Tanto como dí... Tanto como perdí...

Tanto...

Tanto como la suma de lo que nunca fue...



Carmen

(16 de abril del 2022)


 

SOLEDAD


A veces... Me busco y no me encuentro.

Aquello que un día fuí se perdió a lo lejos del camino, en el silencio brumoso de unos sueños que jamás debí permitirme tener. Sueños de falsas promesas y amores fingidos que arrastraron mi alma atormentada
hasta hacerme desfallecer.

Y sin embargo... Soy yo.

Escondida en esa soledad que me envuelve como un sudario frío, perdida en el abismo sin fin de mis noches insomnes... Acunada por esos silencios que hieren y duelen en lo más profundo de mi ser.

Y me pierdo en el recuerdo imperecedero que me habla invariable de él...

Ausencia que me grita lo mucho que perdí por querer seguir sus pasos.

Ausencia de esperanza y fe...

Y la luz del día que se duerme en mis manos vuelve a recordarme una vez más que no van a volver, que los amores perdidos fueron tan solo falsas ilusiones que un día soñé.

Que soy incapaz ya de hilvanar un sueño porque perdí la capacidad de soñar a causa de las lágrimas que 
como un torrente vivo derrame.

Y soy soledad...

Y soy nostalgia...

Y soy pese a todo yo misma...

Aquella  que ya jamás volveré a ser.



Carmen

(16 de abril del 2022)


Copyright©

"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo




 

HUELO A SOLEDAD

Ana Gabriel

miércoles, 6 de abril de 2022

ME SOBRA CORAZÓN, Miguel Hernández

 


Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.

Hoy reverdece aquella espina seca,
hoy es día de llantos en mi reino,
hoy descarga en mi pecho el desaliento
plomo desalentado.

No puedo con mi estrella.
Y me busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.

Si no fuera ¿por qué?... no sé por qué,
mi corazón escribiría una postrera carta,
una carta que llevo allí metida,
haría un tintero de mi corazón,
una fuente de sílabas, de adioses y relatos,
y ahí te quedas, al mundo le diría.

Yo nací en mala luna.
Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría.

Un amor me ha dejado con los brazos caídos
y no puedo tenderlos hacia más.
¿No veis mi boca qué desengañada,
qué inconformes mis ojos?

Cuanto más me contemplo más me aflijo:
cortar este dolor ¿con qué tijeras?

Ayer, mañana, hoy
padeciendo por todo
mi corazón, pecera melancólica,
penal de ruiseñores moribundos.

Me sobra corazón.

Hoy descorazonarme,
yo el más descorazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo.

No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.




*De entre todos los poetas, que son muchos y muchas, puedo decir sin lugar a dudas que fue Miguel Hernández el que me hizo amar la poesía e inculcó en mí el deseo de expresar mis sentimientos en forma de versos que permitieran hablar a mi alma. Hubo otros y otras poetas que igualmente dejaron su huella en mi sí, pero de entre todos ellos Miguel Hernández fue el más importante para mí.

************

Miguel Hernández Gilabert (Orihuela, 30 de octubre de 1910 - Alicante, 28 de marzo de 1942). Poeta y dramaturgo español.

De familia humilde, tiene que abandonar muy pronto la escuela para ponerse a trabajar; aun así desarrolla su capacidad para la poesía gracias a ser un gran lector de poesía clásica española. Forma parte de la tertulia literaria en Orihuela, donde conoce a Ramón Sijé y establece con él una gran amistad.

A partir de 1930 comienza a publicar sus poesías en revistas como El Pueblo de Orihuela o El Día de Alicante. En la década de 1930 viaja a Madrid y colabora en distintas publicaciones, estableciendo relación con los poetas de la época. A su vuelta a Orihuela redacta Perito en Lunas (1933), donde se refleja la influencia de los autores que lee en su infancia y los que conoce en su viaje a Madrid.

Ya establecido en Madrid, trabaja como redactor en el diccionario taurino El Cossío y en las Misiones pedagógicas de Alejandro Casona; colabora además en importantes revistas poéticas españolas. Escribe en estos años los poemas El silbo vulnerado (1934), Imagen de tu huella (1934), y el más conocido: El Rayo que no cesa (1936).

Toma parte muy activa en la Guerra Civil española, y al terminar ésta intenta salir del país pero es detenido en la frontera con Portugal. Condenado a pena de muerte, se le conmuta por la de treinta años pero no llega a cumplirla porque muere de tuberculosis el 28 de marzo de 1942 en la prisión de Alicante.

Durante la guerra compone Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1938) con un estilo que se conoció como “poesía de guerra”. En la cárcel acabó Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941). En su obra se encuentran influencias de Garcilaso, Góngora, Quevedo y San Juan de la Cruz.



Documental Miguel Hernández.

El documental Miguel Hernández, encargo de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), la Fundación Pablo Iglesias y TVE a Es.Docu producciones para recordar al poeta en el centenario de su nacimiento, recorre la vida y obra de Miguel Hernández, el poeta de Orihuela, desde sus inicios como pastor de cabras y autodidacta hasta su reconocimiento como gran poeta por parte del Juan Ramón Jiménez de finales de la República pasando por su participación en la contienda civil -empleando la poesía como arma- y los años que pasó en la cárcel al término de la guerra civil. Más información: http://www.fpabloiglesias.es/editoria...

domingo, 3 de abril de 2022

LA SOMBRA DE LA LUZ - - Franco Battiato




Defiéndeme de las fuerzas contrarias,
en el sueño nocturno cuando no soy consciente,
cuando mi sendero se hace incierto.
Y no me dejes nunca más,
no me dejes nunca más.
Devuélveme a las zonas más altas,
a uno de los reinos de calma.
Es tiempo de escapar de estos ciclos de vidas.
Y no me dejes nunca más,
no me dejes nunca más.
¿Por qué los gozos del más profundo afecto
o del anhelo más sutil de pulso
sólo son la sombra de la luz?
Recuérdame lo infeliz que me siento
lejos de todas tus leyes.
¿Cómo no malgastar el tiempo que me queda?
Y no me dejes nunca más,
no me dejes nunca más.
¿Por qué la paz de ciertos monasterios
o la armonía vibrante de todos mis sentidos
sólo son la sombra de la luz?

****

¿Es posible que exista un lenguaje más apropiado que aquel que emerge de la unión de la poesía y la música para elevar un rezo al Universo?

En esta hermosa canción Battiato se pregunta por su ángel y le ruega: "Non mi abbandonare mai" (No me abandones más).

¿Quién no se ha sentido en alguna ocasión sumido en esa honda soledad abandonada en la que tan solo puede apreciar "la sombra de la Luz"?

"Defiéndeme de las fuerzas contrarias,
en el sueño nocturno cuando no soy consciente,
cuando mi sendero se hace incierto.
Y no me dejes nunca más,
no me dejes nunca más.
Devuélveme a las zonas más altas,
a uno de los reinos de calma.
Es tiempo de escapar de estos ciclos de vidas."


Así mismo, yo también quiero elevar desde estas letras mi rezo a mi ángel y al mismo Universo.


Carmen

(3 de abril del 2022)



 

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