Este es un tema que conozco bien, demasiado bien diría yo, ya que ha sido una constante en mi existencia. La soledad de los amores fingidos, las falsas promesas, las mentiras... No me asustan las ausencias, pues aprendí a ser fuerte a golpe de traiciones.
Encontré este poema en uno de mis viajes por el ciberespacio y me lo traje para compartirlo, agradecida a su autora y agradeciendo a aquellos que acertadamente la premiaron en su momento.
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EN TU AUSENCIA
Amor mío que un día me dejaste
sin un adiós, sin conocer la causa,
retiraste tu sombra de mi sombra,
me robaste el sonido y la palabra.
No pienses que me ahoga la existencia,
no te remuerda el alma,
sólo te perdí a tí, tan poca cosa,
que no he perdido nada.
Tengo cuanto tenía, al no tenerte,
la luz que me despierta en la mañana.
La música en el aire, mi corazón que late,
el sonido y la pausa.
Tengo el llanto que acude a mis pupilas,
tengo el rumor del agua,
el árbol que se mece con el viento,
las sombras que se esconden tras sus ramas.
El recuerdo de un beso que me diste,
el susurro fugaz de una palabra,
el milagro de un rostro, de unos ojos;
no pienses que sin ti no tengo nada
Los colores del mundo en mis pupilas,
la sombra de la noche en la ventana,
el temblor de los campos en invierno,
la luz que hace posible la esperanza.
Mi libertad que es mía, mis recuerdos.
Mi llanto, mi soberbia, mis amargas
noches de soledad, tu compañía,
mi niñez olvidada.
La palabra que surge y se hace verso.
El verso que deriva en la palabra,
el arte, la belleza, el mundo entero;
no pienses que sin ti no tengo nada.
Y aún tengo mi alegría y mi tristeza,
tengo el recuerdo azul de tu mirada,
el pié que pisa, el corazón que late,
el sonido que calla.
La música que alegra mis oídos,
el aroma del aire, las campanas
que se oyen a lo lejos, los gemidos
de la vida que se escapa.
Tengo el llanto, la pena y la alegría,
el grito que desgarra,
el transcurrir del tiempo, los caminos,
la soledad que avanza.
El sueño que alerta mis pupilas,
tu vacío en mi cama,
el insomnio, las sombras, tu recuerdo,
el dolor que traspasa.
Porque te fuiste un día y me dejaste,
como la luz ,cuando las sombras pasan,
tengo tanto y tan poco con tu ausencia
que sin ti ya , mi amor, no tengo nada.
MARÍA ALONSO ORDÁS.
Premio Dulcinea 2008.
Tomado de: https://lasociedadsupersecreta.wordpress.com
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