Puedo renunciar a tenerte,
renunciar a vivirte,
renunciar a sentirte,
renunciar a amarte.
Puedo renunciar a tus besos,
renunciar a tus brazos,
renunciar a tus caricias,
renunciar a todo por amor.
Puedo renunciar a mis días sin sol,
renunciar a mis noches sin luna,
renunciar a las nubes que cubren mi razón,
renunciar a no tenerte, mi amor.
Puedo renunciar a todo y más,
pero no me pidas que olvide tu alegría,
la felicidad compartida
y los sueños que sembró en mi la ilusión.
Puedo renunciar a tu piel y tu caricia,
siendo sombra junto a ti,
callada quimera que aguarda
en silencio la resurrección.
Puedo renunciar a todo, sé que puedo.
Pero jamás podría alejar mi alma,
arrancarla, firme enredadera
que echo raíz en ti.
Puedo renunciar a todo, sí...
Pero que nadie me pida nunca
que acalle mi corazón amante
y deje de sentir, lo que siento por ti.
Carmen
No hay comentarios:
Publicar un comentario