Al final, Ella tuvo que reconocer que los silencios estaban tan llenos de palabras gritándole al oído la verdad, que se rindió, lo asumió y se marchó con la poca dignidad que le quedaba. Lo hizo por ella misma, tan cansada estaba de sufrir y llorar que ya no tenía fuerzas para seguir. Tan cansada, que solo pudo respirar de nuevo cuando le dejo ir.
Carmen
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo

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