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Llegó el otoño a los árboles
que nos acompañan por el camino.
Cambiaron sus trajes verdes
por cálidos dorados y ocres,
invitándome a buscar
en tus brazos abrigo.
Llegó el otoño a nuestras vidas,
tiñéndose de nostalgias nuevas.
Tu silueta y la mía se dan la mano
mientras nos envuelve la fina niebla.
Nos besamos en cada gota de lluvia
mientras nos dejamos llevar por la brisa.
Llegó el otoño, aunque no estás conmigo,
más tu recuerdo arraigó en mi con fuerza.
Has echado raíces en mi alma
y mis ojos de ti en todo se llenan.
Siento en el aire la caricia de tu mano
que toma posesión de mi y en mi pecho se aposenta.
Llegó el otoño y aunque lejos,
la luz del amanecer dibuja tu contorno
y pone ganas en mi cuerpo
de sentir las yemas de tus dedos
moldeando la arcilla de mi ser
hasta hacerme tuya, sólo tuya.
Llegó el otoño dulcemente,
dejando en mis labios que son tuyos,
gotas de miel y sabores de canela.
Llegó llenando mi piel,
de sueños que me dan la vida
para que pueda sentirte mío, aunque no estés.
Carmen
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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