Forjado en la fragua del perpetuo silencio, a golpes de dolor y lágrimas.
Afilado en la piedra fría de la soledad que la acompañaba.
Así nació su obra, el bisturí que más tarde usaría con pulso firme y certero, para extirpar uno a uno los sentimientos que por él aún conservaba.
Tan frío el filo que no necesito suturas, simplemente dejó que gota a gota, su corazón cansado se desangrara y su alma al fin sanara.
Carmen
(Escrito el 15 de febrero del 2021)
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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