Un café...
Un café negro, fuerte, caliente, con carácter.
¡Sin azúcar, por favor...! ¡Ni leche!
El café me gusta sólo, con la única compañía de su propia crema.
Paladear cada sorbo, porque así me gusta beberlo, a sorbitos y entre sorbo y sorbo, dejar que su aroma y su sabor me llenen, inunden cada papila de mi lengua, arrase con su fuego amargo mi garganta y llegue a mi estómago como una ola de tibieza que me reconforta, despeja mis sentidos, me mantiene alerta.
El café me gusta solo, creo que ya lo dije antes... Aunque mejor... Debería decir... "Sin nadie".
Carmen
(Escrito el 15 de febrero del 2021)
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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