Y fue su abrazo,
justo cuando ella
más lo necesitaba,
el que puso en su vida
una nueva luz,
una sonrisa,
otro sueño.
Y fue su abrazo,
ese abrazo desinteresado,
el que le mostró
que aún tenía mucho,
mucho por dar
y mucho por recibir.
Que la vida no termina
porque una desilusión
te quiebre el alma.
Que el dolor curte,
que la tristeza cicatriza,
que la soledad sana
y un día,
de repente,
vuelves a sentirte abrazada
y tu corazón,
encogido como estaba,
vuelve a vibrar en tu pecho
y a tu alma,
le brotan nuevas alas.
Y fue su abrazo...
...Y ya tan sólo,
puedes dar las gracias.
Carmen
(26 de enero del 2021)
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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