Sí, así fue como de repente tomó la decisión de su vida. Las pastillas estaban ahí y la miraban con descaro, sin sonrojo. Le gritaban desde su silencio que si con una no podía mitigar el pertinaz insomnio era hora de que sencillamente probara. Probara lo prohibido y lo lograra.
Dormir, cerrar los ojos para no volverlos a abrir jamás... Romper su juramento de olvido... Y él sería para siempre suyo, prisionero tras sus párpados al fin cerrados por toda la eternidad.
Carmen
(30 de enero del 2021)
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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