Es cierto, el amor tiene tres enemigos principales:
La indiferencia, porque nada hace más daño a quien ama que el ser ignorada por el dueño de su corazón.
La indecisión, porque no hay nada más penoso que saber que tienes que alejarte de aquello que te daña y no tener el valor suficiente para hacerlo, aún a sabiendas de que continuar aferrándote a ello sólo te traerá dolor.
La desilusión, sin duda el enemigo más mortífero del amor, porque evidencia el nulo valor de lo amado, la miseria de vivir esperando lo que nunca existió.
Y tras pasar por estos tres estados o batallas, nos damos cuenta de lo ilusorio de la situación y ponemos fin a ese mal entendido Amor.
Las palabras terminan volviéndose vanas cuando tan sólo provocan dolor. Los hechos anulan lo que la boca expresa o dicho de otra forma, el amor no se mide en repetir "Te amo", si no en la manera de aplicar ese amor.
Y sí, sin dudarlo un segundo... Mejor sola y tranquila, que acompañada y en ruinas.
Mejor sola que en desolación.
Por todo ello, yo seguiré siendo lo que me llena el corazón y lo que doy sin importarme que sepan o no sepan apreciarlo... AMOR.
Carmen
(22 de octubre del 2021)
Copyright©
"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
No hay comentarios:
Publicar un comentario