Era de esperar, si no se había acordado del décimo aniversario, por qué iba a acordarse del undécimo... Y eso sin contar los aniversarios y momentos señalados que olvidó por el tortuoso camino de aquellos once años.
Ayer se cumplían once años desde que él se cruzó en su camino y ella le abrió la puerta de su corazón sin reservas.
Once años desde que le dejó entrar en su vida. Once años desde que le abrió la puerta a una historia que nunca debió comenzar y empezó a escribir una historia que nunca debió ser escrita.
Hoy, once años y un día después de haberle abierto aquella puerta y de haber puesto en sus manos su alma y su corazón, sin haber recibido de él más que insultos, silencios, desprecios, olvidos y desolación, por fin, ella ha tomado una decisión.
Hoy es ya hora de volver a cerrar esa puerta que permaneció abierta demasiado tiempo esperando a que algo cambiara entre los dos. Demasiado tiempo esperando algo que jamás llegó.
Hoy es ya hora de volver a echar la llave que cerrará por siempre el candado que salvaguardará su corazón. Él ya no puede dañarla más y de sus ojos cansados ya no brotan lágrimas por culpa del amor que él le fingió.
Hoy es tiempo de liberarse de él y de su recuerdo... Tiempo de poner rumbo a cualquier lugar donde el viento sea más favorable y sople a su favor.
Y así, con la lección aprendida, ella ha decidido y en consecuencia actúa...
Es hora de pasar página y decirle... simplemente...
¡Adiós!
Carmen
(19 de octubre del 2021)
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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