jueves, 20 de noviembre de 2025

Y las horas...


A veces, las horas se detienen en el reloj impasibles. Parecen reírse de mi desasosiego y mi paciencia, irónicas en su regocijo desafiante de caminar lento, muy lento. 


Y me miran burlonas con sus ojos ciegos provocándome una ansiedad ociosa que me va derritiendo por dentro.


Otras veces, las manecillas pareciera que se han vuelto locas y corren y se atropellan, como queriendo ver quién de las dos llega primera a la meta. 


Y vuelta a desesperarme, atormentada porque el tiempo no corre... vuela.


Desde que te sé y te siento, mi alma vive, sobrevive en la espera. 


Esperar que pasen las horas y llegues al encuentro... 


Esperar que el tiempo se detenga cuando te tengo... 


Esperar que jamás llegue el temido momento del adiós.


Esperar... Esperar... Esperar mientras las horas pasan insufriblemente rápidas o perdidamente lentas.


Esperar con ansiosa alegría tu llegada... 


Esperar con  angustiosa necesidad tu partida...


Esperar... Esperar... Esperar...


Y las horas de mi reloj pasan sin detenerse... Lentas, como un mar en calma chicha... Rápidas como esa caída libre en la que se estrella mi vida...


Y las horas de mi reloj pasan sin detenerse, te traen y te llevan como las olas de ese mar que acaricia las arenas de mi playa.


Y las horas pasan... pasan de largo sin detener la vida.


Carmen


Copyright©



"Omnia mea mecum porto"

Soy todo lo que tengo



martes, 18 de noviembre de 2025

Una lágrima y después... Simplemente felicidad


Una lágrima...

... Silencio...

Una lágrima de amargura

ahogando mi alma.


Una lágrima...

... Oscuridad...

Una lágrima condenando

al olvido mi pobre alma.


Una lágrima...

... Dolor...

Una lágrima mordiendo

mi pecho con dolida saña.


Y después...

... La nada...

La nada llenando mis espacios

sin ayeres ni mañanas.


Y después...

... Olvido...

Vagar por la senda del olvido

haciendo camino en mi andar.


Y después...

... Sueños dormidos...

Sueños llenos de polvo

que tratan de despertar.


Y después...

... Una luz...

Una luz que asoma lejana,

un amanecer que no termina de llegar.


El presente...

... Esperanza...

Un rayito de esperanza

brillando en mi oscuridad.


El presente...

... Claridad...

Claridad que dibuja risas

en mi alma cansada de llorar.


El presente...

... Despertar...

Despertar nuevamente a la vida

llevando el amor por bandera nada más.


El presente...

... Tú...

Tú que me has traído por y para siempre,

la más pura y simple FELICIDAD.




Carmen



Copyright©



"Omnia mea mecum porto"

Soy todo lo que tengo





 

Renunciación



Puedo renunciar a la risa,
renunciar a la dicha,
renunciar a la vida,
renunciar al amor.

Puedo renunciar a tenerte,

renunciar a vivirte,

renunciar a sentirte,

renunciar a amarte.


Puedo renunciar a tus besos,

renunciar a tus brazos,

renunciar a tus caricias,

renunciar a todo por amor.


Puedo renunciar a mis días sin sol,

renunciar a mis noches sin luna,

renunciar a las nubes que cubren mi razón,

renunciar a no tenerte, mi amor.


Puedo renunciar a todo y más,

pero no me pidas que olvide tu alegría,

la felicidad compartida

y los sueños que sembró en mi la ilusión.


Puedo renunciar a tu piel y tu caricia,

siendo sombra junto a ti,

callada quimera que aguarda

en silencio la resurrección.


Puedo renunciar a todo, sé que puedo.

Pero jamás podría alejar mi alma,

arrancarla, firme enredadera

que echo raíz en ti.


Puedo renunciar a todo, sí...

Pero que nadie me pida nunca

que acalle mi corazón amante

y deje de sentir, lo que siento por ti.



Carmen



Copyright©


"Omnia mea mecum porto"

Soy todo lo que tengo


lunes, 17 de noviembre de 2025

Ser sombra...



Ser sombra fría, oscura, sin más aliento que los sueños de los que dormidos reviven el día. Una más entre las miles de sombras que recorren las calles de mi ciudad, de tu ciudad, de todas las ciudades de este mundo nuestro que nos ha tocado vivir y vivenciar desde tan cerca.


Sombra que refleja todos los miedos, las esperanzas fallidas, los sueños muertos, las ilusiones rotas... La desesperanza.


Toda la desesperanza reflejada en las cuencas vacías. Vacías de ojos que no ven que hay de verdad en lo que vislumbran, lo que presienten.


Ser sombra es pasar de incógnito por la vida. Es la postura liviana de no querer saber, de dejar fluir las cosas, de dejar diluirse el karma.


Ser sombra es no identificarse con nada ni con nadie. Es mirar de reojo al que llora sus males, al que protesta su impotencia, al que grita sus falsedades.


Ser sombra es como ser sin saber que se es, como ignorarse. Es pensar que no nos importa nada, que todo es como ha de ser.


Ser sombra es claudicar aun antes de haber presentado batalla. Es rendirse impotente a lo oscuro del alma.


Ser sombra es no vivir, no soñar, no ser.... Pero... Ser sombra es también no morir, no existir, no figurar.


Ser sombra es diluirse en la nada cuando amanezca el día. Cuando los demás vuelvan a reír.


Ser sombra es como ser un simple holograma en la realidad virtual de una mente enferma.


Ser sombra... ¿Y tú, que decides... ser sombra... o realidad diáfana y clara?




Carmen



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"Omnia mea mecum porto"

Soy todo lo que tengo



 

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