Esta tristeza mia
que me envuelve el alma
y hiela el corazón.
Esta suerte de saber
que nada y todo
es lo que me pertenece,
que a fuerza de combatir
haciéndome la fuerte,
ante el mundo,
hoy siento la fuerza
de reconocer ante todos
que soy la débil flor
que arrancada por el viento
aún posee el sueño efímero
del amor inerte.
Soy la que reconoce su camino,
el camino que me lleva
sin rodeos a mi muerte,
donde el silencio gris
que me envuelve
no termina de morir
aunque lo intente y
soy la que ya no quiere
seguir la senda sin fin
donde el amor me miente,
dejándome sueños rotos
que nunca viví.
Soy esa tristeza tan mía,
la que fluye como un torrente
de lágrimas desde mis ojos,
para desbordarse y morir
amargas en mi garganta,
ahogando toda esperanza
y ya tan sólo deseo dormir.
Cerrar los ojos y volverme nada,
humo que el viento arrastra
sin dejar huella ni registro,
ola que besa la playa
y arrastra mi cuerpo al fondo,
ese fondo del cual no debió salir.
Soy esa tristeza tan mía...
esa tristeza que vive atada a mi.
Carmen
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