"Lo Que Queda de Mí" es una profunda balada de desamor que explora el dolor de un corazón roto, la soledad de un amor perdido y la lucha interna por seguir adelante. Con una producción de JeoProductions , esta canción refleja los sentimientos de alguien que, a pesar de todo, no puede olvidar lo que fue y lucha con el eco de un amor que ya no existe. La letra habla de los recuerdos, las promesas rotas y la difícil realidad de no poder escapar de lo que quedó atrás.
Cada verso transmite una sensación de vulnerabilidad, mientras la melodía crea una atmósfera melancólica, perfecta para aquellos que han vivido el dolor de un desamor. "Lo Que Queda de Mí" es para todos los que, en algún momento, se han visto atrapados en los ecos de un amor que ya no está.
Durante la Semana Santa (del domingo de ramos al domingo de resurección), España, al igual que imagino que sucederá en otros lugares del mundo donde se profese la religión católica, sale a la calle en distintas procesiones para venerar su fe.
No se como será en otros lugares, pero puedo decir que en España se viven estos días con verdadera pasión y auténtico fervor.
Son muchísimas las hermandades y cofradías que salen a procesionar con sus Santos, Vírgenes y Cristos. Al igual que mucha es la gente que les siguen.
A mi, son dos las procesiones que me apasionan:
La primera sale a las calles de Málaga el Jueves Santo por la mañana, donde la Compañía de Honores del Tercio Alejandro Farnesio IV de La Legión, porta con honores y devoción al Cristo de la Buena Muerte. Esa manera de sacar del templo a Cristo en su Cruz, a pulso, ese alzamiento al unísono, ese baile de la imagen y por supuesto, esa canción-himno que los legionarios le cantan a su Cristo... pone los pelos de punta y hace saltar las lágrimas:
(La talla del Cristo de la Buena Muerte de la Congregación de Mena, Málaga, pesa 180 kilos y es transportada por 13 legionarios hasta su trono, para iniciar así su recorrido por las calles malagueñas.)
La segunda la protagoniza la Hermandad del Silencio de Sevilla cuando a la una de la madrugada del Viernes Santo, salen con dos pasos: Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Concepción.
Es increíble el silencio que guarda el gentío que se agolpa en las calle para ver pasar estos dos pasos, silencio roto tan solo por el canto de alguna saeta: