Era inevitable

Llegaste a mí sin aviso previo,

de repente, por sorpresa.

Llegaste a mí como sin quererlo,

como si tu llegada

hubiera sido casualidad,

como si tan solo pasaras por allí

y no quisieras tentar la suerte.

Y yo, que no esperaba nada,

que tenía mi vida pensada

y tú, que dijiste las palabras justas,

las palabras que mi alma

tanto deseaba escuchar.

Era inevitable,

reconocerte y amarte,

sentir que eras

esa parte de mí misma,

ese hueco,

ese vacío,

que nunca se llenaba.

Era inevitable

que sucumbiera a tus promesas,

que te elevara a los altares

donde mi alma y la tuya

eran una en lo eterno,

donde nada ni nadie

jamás ya nos separaría.

Amarte tanto fue un desatino,

un error, una quimera.

Era inevitable

que el tiempo nos pusiera

a cada uno en su lugar.

Inevitable que tus dudas,

tus menosprecios,

tus silencios,

terminaran para siempre

lo que nunca debió comenzar.

Inevitable

que hoy, ya pasado el tiempo,

tenga ganas de volver a comenzar,

de encontrar un sueño nuevo,

de volver a amar.

Inevitable...

Carmen

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"Omnia mea mecum porto"

Soy todo lo que tengo

"Lo Inevitable"

Antonio Orozco