Las palabras no se borran,
no se las lleva el viento
como se lleva la hojarasca
y siempre quedan en la memoria
ancladas al recuerdo.
Palabras de promesas inconclusas,
de vanos sentimientos
rotos por la desidia
y el abandono del momento.
Palabras que se dijeron sin sentir
llevados por la ira y el dolor,
mentiras que encubrir
tratando de no dañar el corazón.
Palabras falsas que prometían
dualidad de sentimientos,
que fueron cosa baldía,
que a fuerza de ser estériles
quizás causen remordimientos.
Palabras que recorrían
lentas y sinuosas
el mapa de los cuerpos,
elevando la consciencia
al plano del deleite pleno.
Las palabras no se borran
ni se las lleva el viento.
Sólo se esconden tras los silencios
y se manifiestan en los recuerdos.
Carmen
(23 de agosto del 2021)
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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