MATAR EL AMOR
¿De qué muere el amor?
El amor muere de soledad,
de sumar ausencias
cuando más nos duele vivir.
Muere de silencio,
cuando nuestra alma abandonada
grita sin palabras
mendigando lo que
no le saben dar.
El amor muere por celos,
por acusaciones infundadas
que van minando,
sin prisa ni pausa,
la razón y el corazón.
Muere por la pena
que le causa quien le obliga
a cargar con la culpa
de faltas que no cometió.
El amor muere de cansancio,
agotado de ser quien quieren que sea
sin tener en cuenta su valor.
Muere también de frustración,
porque comprende
más tarde que pronto,
la lucha insensata que libra
contra quien le jura,
vano juramento,
que es en su vida
lo único que le da fuerza
para vivir entre tanta sinrazón.
El amor muere también de falsedad,
hastiado de ser engañado,
de dar para no recibir.
Muere por promesas baldías
que se lleva el viento.
Muere de olvido,
ese olvido que lo viste
con el frio de la desilusión.
En fin...
El amor,
algo tan fuerte que mueve montañas
y tan frágil que puede asesinarlo
una simple palabra
causandole un irreparable dolor.
CARMEN
(15 de junio del 2020)
Copyright©
"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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