CON LOS PEDAZOS QUE QUEDARON

"Habrá un amor tan fuerte en tu vida que te destruirá por completo. 

Después sólo amarás por trozos" 

(Benjamin Griss)

CON LOS PEDAZOS QUE QUEDARON

Hacia tiempo que sabía o mejor dicho, intuía, que lo que un día nos había unido había llegado a su fin.

Desde entonces, invierto mi tiempo en tratar de ir olvidándote, en tratar de no recordar todo lo que a tu lado viví y perdí. Pero sigo teniendo tu recuerdo anclado en lo más profundo de mi memoria, atado con mil cadenas a mi piel y a mi alma y de vez en cuando, saco esos recuerdos a flote para seguir atormentándome con tu ya ex-presencia junto a mi.

Y te hablo como si aún pudieras escucharme. Te cuento, por ejemplo, como se siente eso de estar sin ti. Y tu me miras con esa indiferencia tan tuya, esa con la que solías decirme que fulanita o menganito, también necesitaban invariablemente de ti. Y me siento como si hubiera desenterrado un cadáver que debería haber olvidado hace mucho tiempo y no supiera que hacer con el.

Y vuelvo a recordar el tormentoso final de un amor que nunca debió existir.

Las dudas... los reproches... las acusaciones... la crueldad de los silencios... 

Tu dejadez... tus abandonos injustificados... tus menosprecios...

Tantas... tantas lágrimas como por ti derrame...

Y entonces, empujo ese cadáver nuevamente a lo mas lúgubre y hondo de mi ser.  Aprieto bien fuerte en ese lugar donde almaceno los recuerdos más tristes tu casi borrosa presencia y cierro con un portazo la puerta que nuevamente te separa de mi.

Sé que no volverás como sé que tu sabes que yo no volveré.

Lo más probable es que te hayas deshecho de mi presencia en tu vida hace mucho ya, incluso me atrevería a decir que lo hiciste mucho antes de deshacerte definitivamente de mi. Era demasiado evidente tu escaso interés. Tu tiempo a mi lado se fue haciendo finito, cada vez era más y más escaso. Siempre con excusas, lo tenías todo controlado o quizás, eso quisiste creer, pero olvidaste que yo era experta en leer entre lineas y tus lineas del tiempo a destiempo, esos minutos en los que creías que yo no te podría ver siempre estuvieron ocupados... tu sabrás con quien. Luego venían las excusas que ni tu creías, esas que confirmaban siempre que yo tenia razón y que fueron provocando que yo dejara de creer en ti.

Aún seguirás en mi memoria, atado a mis recuerdos y a mi. Seguirás para que no olvide donde no debo caer otra vez. Seguirás ahí porque aún me queda mucho que llorar por todo lo que di y perdí.

Y llegará un día en el que el humo de lo que una vez fue una hoguera, acabe por desaparecer. Un día en el que tu recuerdo sea barrido de mi memoria por el viento del olvido, que se llevara tu presencia muy, muy lejos de mi.

Y llegará un día en el que con los pedazos que quedaron, vuelva a reconstruir despacio este pobre corazón. Cosiendo y recosiendo los desgarros que en él dejo el perdido amor.

Y ese día seré libre para amar de nuevo...

Seré libre para volver a vivir.

CARMEN

(14 de junio del 2020)

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