NUNCA ES PARA SIEMPRE

NUNCA ES PARA SIEMPRE

Nada hay tan efímero, casi siempre, como el amor.

Nada más fácil de fingir, casi siempre, que el amor.

Los seres humanos estamos muy necesitados de amor, pero somos incapaces de amar. Sobre todo, de amar dejando a un lado al egoísta egocéntrico que habita en nosotros. 

Nada tan sublime como amar y sentirse amado y nada más difícil de conservar que ese estado de dicha plena llenándonos el alma y... el corazón.

¿Qué cuándo nos damos cuenta del significado real del amor? 

Pues veréis, la respuesta es sencilla...

El verdadero significado y sentido del amor, sobre todo si ese amor es eterno, lo encontramos sencillamente, cuando ya lo hemos perdido. Sí, si... Habéis leído bien... Cuando ya lo hemos perdido. Y es que los humanos somos así... Ciegos que no ven lo que tienen delante de sus narices hasta que no lo echan todo a perder.  Por eso, la próxima vez que le digáis a alguien "te amo", quedaros ahí, sin tiempo, sólo en presente. Porque el tiempo hablando en términos eternos, no conjuga bien con el verbo amar y a veces, la mayoría de las veces en realidad, el amor dura apenas lo que tardamos en decir ese "te amo" y olvidarnos de amar después.

Carmen

(21 de febrero del 2016)

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