LLUEVE
Llueve y mi corazón se encoje.
Crecen en mí la angustia
y se ahondan las ganas
de no ser, no estar.
Desaparecer para el
mundo y sus miserias.
Abandonada a mi suerte
como esa flor que
muere a la intemperie
de los días por venir,
expuesta al viento helado
que contra todo pronostico
me llega desde el sur.
Llueve y mis ojos se inundan
de llanto amargo,
de dolor sin fin,
de ausencia de ti y de mí.
Llueve sí,
es gris y húmedo
el mundo de los desahuciados
cuando el corazón agoniza
y el alma se abandona al dolor.
No existe misericordia
ni existe la esperanza
para este pobre corazón
que lo único que hizo
fue amar hasta su fin.
Carmen
(15 de marzo del 2015)
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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