Foto de Carl Warner
LOS MONTES Y LOS VALLES
Él se sentaba con los ojos cerrados en la semipenumbra de su cuarto. En sus dedos un cigarrillo consumiéndose lento entre las espirales de humo y el olor dulzón del tabaco quemado.
Podía verla así, en su mundo de tinieblas. Desnuda, bella, vencida ante él. Rendida y a su espera, casi rogándole que descubriera sus contornos y perforara su cuerpo quemándole la piel.
Y creaba paisajes imposibles con su imagen, perdiéndose por los montes y los valles que soñaba recorrer.
Carmen
(5 de marzo del 2015)
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