HOJAS SECAS
Se dedicó a arrancarle días al árbol de su vida
como se arrancan las hojas secas
sin ver que cada hoja arrancada era
un pedazo de si mismo, de su historia
y cuando quiso darse cuenta,
su vida estaba desnuda y tembloroso,
con profundo miedo helado
se entrego al crudo invierno,
la nada, la soledad poblada
por los fantasmas del recuerdo.
Y al llegar la primavera
lo encontraron como vivió
solo y muerto.
Carmen
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