- Entonces, qué vamos a hacer?
- El amor.
- En serio?
- Sí, sí.
- Perfecto, entonces me desnudo.
- Y por qué te quitas la ropa?
- Para hacer el amor.
- Y quién te dijo que debes desnudarte para hacer el amor?
- Que yo sepa, así se hace.
- No, eso no es amor, eso es posesión.
- No entiendo, cómo es que se hace?
- Déjate la ropa puesta y hablamos hasta cansarnos, hasta intentar descifrarte, hasta conocer todo de memoria, hasta descubrir nuestros secretos más profundos, hasta derretirnos solo con mirarnos, hasta que estos ojos se cansen y me obliguen a obligarme a dormir.
- Y tratarás de mantenerlos abiertos?
- Sí, solo para verte.
Charles Bukowski
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Cierto, para hacer el amor no es necesario el roce de la piel con la piel del ser amado. La mejor forma de hacer el amor, la encontramos en lo profundo de las miradas escrutando, reconociendose, leyendose mutuamente el alma, porque es así, cuando las almas se reconocen y se abrazan, que el amor se sublima exponencialmente y se convierte en una explosión de energías que estallando conforman nuevas constelaciones.
Carmen
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