Si algún día te preguntas si te ame,
te invito a sentarte junto al mar
al filo del amanecer,
en esa hora más silenciosa y oscura,
cuando parece que el mundo entero
dejó de respirar y,
esperes allí,
la mirada absorta en el lejano horizonte,
el nacimiento del amanecer.
El primer rayo de luz te dará la respuesta,
la respuesta que siempre debiste saber.
Que te ame con la intensidad de la luz
despejando las sombras,
esa luz que trae la esperanza
cada nuevo amanecer.
Carmen
(4 de marzo del 2022)
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