COMO GATO
Llegó como si fuera un gato.
Un gran gato negro.
Un gato desconfiado
ocultándose en la noche
y arropándose con el silencio.
Se detuvo frente a mi,
se pavoneo,
se contorneo,
me ronroneó,
se atusó los bigotes,
se estiró y sin más,
saltó a mi regazo.
Me miró profundo a los ojos,
se rió con media sonrisa gatuna,
sopesó el daño que podría causarme,
hizo sus cálculos matemáticos
para asestar mejor
su certero golpe
y de un sólo zarpazo,
me partió el corazón.
Saltó de mi regazo,
volvió a pararse frente a mi
para verme agonizando
y con sorna me dedicó
un último maullido apasionado.
Y sin más,
tan en silencio como llegó,
como gato que era,
se fue de mi lado.
Carmen
(18 de septiembre del 2015)
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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