Imagen de Jerzy Górecki en Pixabay
Hoy quiero desnudar mi alma,
desgarrar todos los velos
que enmarañan mi corazón
como polvorientas telas de araña.
Hoy quiero que mis ojos lloren
por todo lo que perdí,
por todo lo que nunca tuve,
por todos mis sueños rotos
desde hace tanto tiempo.
Hoy la desesperación
ha vuelto a cubrirme
con su manto amargo y negro
y ante la impávida ingravidez
del no dejarme ser,
me revelo y tiemblo.
Mis ojos anegados por el llanto,
mi corazón maltrecho,
las pocas ganas de seguir viviendo.
Si al menos por una sola vez
alcanzase a vivir un sueño...
Vivir un sueño...
Pero hoy la desesperación,
como una malévola serpiente,
a mi alma se aferra de nuevo
y susurra en mi oído:
¿Para qué vivir un sueño?
¿Para qué creer de nuevo
lo que nunca será cierto?
Y mi alma se torna gris de nuevo
y muere en mi la duda.
¡Nunca sabré si sería feliz viviendo
la mentira de un dulce sueño!
Carmen
(12 de octubre del 2020)
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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