A MI ÁNGEL POR NAVIDAD
Segundo año sin ti en Navidad, sin tu dulce presencia que todo lo llenaba.
No quiero risas ni cantos ni regalos... sólo quisiera una escalera lo bastante alta para poder ir a abrazarte allí donde estás, entre las nubes.
Mi árbol de navidad este año tampoco tendrá su ángel. No lo necesitamos, te tenemos a ti cuidándonos en esencia porque aun sin poder verte, tu esencia nos acompaña y nos cuida siempre.
Dos Navidades sin ti y cada año es mas duro no tenerte presente. Ver tu sitio vacío en la mesa llena de tu ausencia mi corazón y me duele inmensamente. No poder ver tu sonrisa me sume en una honda tristeza y no acierto ni siquiera a hablar porque cuando lo intento, el corazón se me encoge, se me arruga como una pasita y tengo que correr a mi cuarto a esconderme porque por mucho que muerda mis labios para no llorar, mis ojos se inundan de lágrimas que caen gruesas y en torrente por mis mejillas.
Es duro estar sin ti aunque sobre la gente a mi alrededor, pero te prometo un año más estar a la altura de lo que me enseñaste. Tendré el valor de disimular mi pena, de estar a la altura de las circunstancias por aquellos que me aman, por aquellos que también te siguen amando aunque no estes. Y cuando esta noche, después de la cena familiar, levante mi copa al cielo para brindar por el Niño recién nacido, también la levantaré por ti. Por ti que sé que nunca me vas a abandonar.
¡Feliz Navidad mi querido ángel!
¡Feliz Navidad, papá!
Tu hija siempre.
(Pd.- Duele mucho escribir mirando al cielo)
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