UN ROSARIO DE SUEÑOS ROTOS
Y AMORES PROFANOS
Aquí me tienes,
desnuda ante ti y ante todos.
Desnuda ante el mundo
que me impide seguir soñando,
ante tus veladas acusaciones,
las injurias que me regalaste
y esos insultos indelebles
que dejaste grabados
en mi maltrecha alma.
Aquí me tienes
y entre tu y yo,
entre mi piel y mi deseo
llevo tan solo
un rosario de sueños rotos.
Caricias perdidas
sobre la desnudez de mi cuerpo,
promesas dulces
que se volvieron de hiel
al contacto de tus labios
cuando el aire hirieron
y que hoy atesoro
en mi carne y en mi pecho,
enhebradas como un collar
a este rosario de sueños rotos
que me cubre como un sudario,
que me remueve por dentro
agitando mis entrañas,
donde mi sangre bulle
a borbotones húmedos,
donde aún perduran aquellas
lenguas habidas que lamen
el fuego en que me quemo.
Eriza mi piel el recuerdo,
el aroma de tu pelo,
el susurro de tu voz
y hasta el levísimo contacto
de tu mano en mi mano,
de tu mirada en mi mirada,
la caricia de tus dedos
dibujando despacio
la silueta de mi cuerpo.
Y una cascada de llanto
anega mis ojos arrasándolos,
se desborda al filo de mis pechos
y se pierde en lo profundo
de mi deseo ahora yerto.
Y así me pierdo,
de un sueño a otro sueño,
entre caricias y besos robados,
mientras recorro mi cuerpo en solitario
y voy rezando en silencio,
en suspiros entrecortados,
ese rosario de sueños rotos
y amores profanos
donde aún te sigo viviendo.
Carmen
(4 de mayo del 2016)
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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