EL VIENTO
El viento se cuela y filtra
por las rendijas que desgarran mi alma.
Hace mella en mis huesos
que tiritan gélidos del frío
de esta ausencia mortal
que me colma y me arrasa.
Aún pienso que es pesadilla,
este dolor negro que me mata.
Estas ganas de dormir infinitas,
este no querer despertar
de la inmensa nada que me abraza.
Con los ojos anegados
por las ardientes lágrimas,
miro sin ver lo que no existe
y mi garganta grita en silencio
el nombre que jamás habré de nombrar.
Mi corazón herido se desangra
y siento cercana la muerte
que lenta y dulcemente
se acerca y me abraza.
Me abandono a mi suerte,
soledad que nunca me deja
y nunca me engaña.
Todo fue ilusión efímera,
volátil alegría que no habría de durar,
un respiro quizás,
para mi alma tan torturada.
El viento que llega raudo
y en soplo de vendaval se lleva
los sueños que soñaba
y las ganas de vivir que me quedaban.
Carmen
(21 de abril del 2013)
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