domingo, 18 de agosto de 2024

Ya no importa nada


Ya no importa nada.
No importan las mentiras
ni las promesas falsas.
No importa si vas o vienes,
si sentiste de veras
o lo tuyo tan solo fue
la mejor actuación
en esto del amor.
Ya no importa.
Tan solo fuimos los dos
simples peones
en un juego donde
siempre hay un ganador y un perdedor.
A ti te tocó la parte buena,
la parte amable,
la del vencedor.
Yo me quedé con la peor.
Me quede con el silencio,
la mentira, el dolor.
Fuimos mundos paralelos
buscando un nexo de unión
pero el tiempo y el espacio
dieron paso a la razón.
Ya no importa.
Tu mundo se aleja del mio,
nada queda entre los dos
ni siquiera el recuerdo
de lo que pudo ser y no llego.
El tuyo y el mío,
caminos opuestos
separados por la desolación.
Ya no importa, ya no.


Carmen


Copyright©


"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo





 

viernes, 16 de agosto de 2024

Vive, que aún puedes (Francisco de Sales)



Y es en la conciencia,
precisamente,
donde el dolor se hace más irreductible,
donde cualquier intento de consuelo
es devuelto con un puñal clavado
donde más duele.

Es ese dolor tan irreparable
que es la funesta toma de consciencia
de que la vida se ha ido
a nuestro pesar,
poco a poco,
dejando un reguero de lágrimas
y un camino de goterones de sangre,
y nos ha dejado indefensos,
ya sin excusas ni razones de consuelo,
en el espinoso Tiempo de los Arrepentimientos,
a manos de una banda de asesinos
que todos asilamos dentro.

Y es ahí,
precisamente,
donde uno no quiere estar
soportándose y soportando
la Inquisición esplendorosa,
el temblor en la boca,
las lágrimas prestas,
los pensamientos agresivos,
el alma en carne viva.

“Se me fue la vida”,
se oye en silencio
y eso recrudece la pena,
aviva la tristeza,
subleva los diablos internos.

No hay perdón para quien no vive su vida,
ni tiene reparación ni consuelo.
No habrá razón que cambie el penar,
no habrá paz aunque lo parezca,
ningún segundo se irá sin venganza.


VIVE, que aún puedes.

VIVE.



Francisco de Sales





viernes, 9 de agosto de 2024

Soy tan solo humo que arrastra el viento


Hoy soy el corazón roto,
el llanto imperecedero
de quien creyó en falsas promesas.
Las palabras rotas,
inconclusas,
aquellas que se fueron perdiendo
en el océano de amargura
donde se fue tristemente
sumergiendo mi cuerpo.
Soy el negro luto
del que siempre perdió
en el juego del amor.
El dolor más grande
de quien mucho amo
y todo le fue negado.
Soy la soledad más grande,
el alma en pena
que se esconde
esperando la muerte
para sentirse al fin libre.
Soy una sombra de lo que fui.
Soy,
tan solo soy
lo que no siento ni padezco.
Soy porque aun respiro
aunque ya no me roce
el más mínimo aliento.
Hoy simplemente soy
quien se pierde a lo lejos
de la mano del mismo tiempo.
Soy el inconcluso resultado
de la historia que jamás 
debió existir,
La historia de amor
que debió ser eterna
y se diluyó en un simple
olvido etéreo.
Soy...
Tan solo soy humo 
que arrastra el viento


Carmen


Copyright©


"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo





 

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