Imagen de Anemone123 en Pixabay
Serás en mí recuerdo polvoriento,
desgastado sueño monocorde,
sólo triste canción de llanto.
Serás la tristeza que inundó,
que me llenó por dentro
cuando al nombrarme
confundiste el nombre.
De nada sirven súplicas
ni duelos ni quebrantos.
De nada sirven los lamentos
cuando se ha hundido ya el barco.
¿Para que sirve pedir perdón
cuando el daño ya está hecho
y la honda herida sangrando?
Serás en mi un recuerdo,
un fantasma olvidado
cuando pase el tiempo
como pasaron las nubes
del último otoño,
como pasaran las nieves del invierno
y llegará la primavera de nuevo.
Y los vientos de marzo
habrán de borrar
la huella de tu recuerdo
y disiparan los retazos
de aquel sueño
que aún perduren
en mi pensamiento.
Y lavaran las lluvias de abril
el rastro triste de mi llanto
y un tibio rayo del sol de mayo,
enjugará mis ojos.
Carmen
(19 de diciembre del 2020)
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"Omnia mea mecum porto"
Soy todo lo que tengo
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