miércoles, 11 de junio de 2014

VACÍO Y NADA


VACÍO Y NADA

Y es que a veces soy vacío y a veces soy nada. Sin identidad ni rostro, anónima, por todos y de todos olvidada. Y me encojo, me enrosco sobre mi misma, como esas flores nocturnas que se resguardan del alba. Y la luz me molesta y me molestan las miradas y me resguardo en el silencio oscuro de la negra noche que me habita y en ese mismo silencio ahogo mi alma en lágrimas.

Carmen
(11 de junio del 2014)

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A VECES...


A VECES...

A veces quisiera borrar recuerdos
para que su dolor no me pesara
como yunque y martillo en el alma,
pero tu te empeñas en hilvanarlos de nuevo
cosiéndolos una y otra vez a mi memoria
con palabras y sentencias gastadas.

A veces quisiera echar a volar mis alas
y descubro que están rotas,
hechas trizas por tus celos,
esos mismos que hicieron pedazos mi alma.
Y mi corazón adolece de tus razones
y no deseo sentir más el dolor de sentirme amada.

A veces soy el viento que llega y pasa,
arrastra en vendaval  todo a su paso
y no se detiene ante ti ni ante nada.
Y a veces soy agua en calma,
aparentemente tranquila,
pero al fin y al cabo, sólo agua estancada.

A veces se quien soy
y a veces me pierdo en la infinita nada.

A veces soporto y me soporto
y otras huyo de ti y de mi desesperada.

A veces sufro en silencio
y otras estallo en el fuego de ignorar y ser ignorada.

A veces... Rio 

A veces... Lloro

A veces... Siento que solo soy oscuridad y nada.


Carmen
(11 de junio del 2014)


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martes, 10 de junio de 2014

¿IMAGINAS...?


¿Imaginas qué sucedería si él cerrara su mano?
Yo soy como esa mariposa, delicada y frágil
y me siento como si alguien hubiese cerrado su mano sobre mi.

lunes, 9 de junio de 2014

TÚ de Juan Luis Guerra


de
Juan Luis Guerra


Tú, mientras más lo pienso, tú 
llenaste mi tiempo, tú 
la razón que me hace ser feliz 
qué más puedo pedir 
Tú, mil poemas tiernos, tú 
todo mi recuerdo, tú 
te sumerges con tu cuerpo en mí 
qué más puedo yo sentir 
Tú, lo que más extraño, tú 
mi mejor regalo, tú 
En las horas de amor eterno 
tú cuando hablo, tú cuando sueño 
Tú en las noches 
que trae el viento 
todos mis versos 
mientras más lo pienso, tú 
En la lluvia, gotas de cielo 
tú en la orilla de mi silencio 
Tú mi ternura 
mi compañero 
lo que más quiero 
mientras más lo pienso... 
Tú, mi canción desnuda, tú 
mi anhelo, mi furia, tú 
la razón que me hace ser feliz 
qué más puedo pedir 
Tú, todo lo que callo, tú 
mi abecedario, tú 
te sumerges con tu cuerpo en mí 
qué más puedo yo sentir 
Tú, lo que más extraño, tú 
mi mejor regalo, tú 
En las horas de amor eterno 
tú cuando hablo, tú cuando sueño 
Tú en las noches 
que trae el viento 
todos mis versos 
mientras más lo pienso, tú 
En la lluvia, gotas de cielo 
tú en la orilla de mi silencio 
Tú mi ternura 
mi compañero 
tú lo que busco 
lo que más quiero, tú 
Tú en las noches 
que trae el viento 
todos mis versos 
mientras más lo pienso, tú 
En las horas de amor eterno 
tú cuando hablo, tú cuando sueño 
Tú mi ternura 
mi compañero 
lo que más quiero 
mientras más lo pienso, tú 
En la lluvia, gotas de cielo 
tú en la orilla de mi silencio 
Tú en las noches 
que trae el viento 
todos mis versos 
mientras más lo pienso, tú 
En las horas de amor eterno 
tú cuando hablo, tú cuando sueño 
Tú mi ternura 
mi compañero 
lo que más quiero 
mientras más lo pienso, tú.


Juan Luis Guerra



martes, 3 de junio de 2014

¡EXTRAÑO TU OTOÑO...!


¡EXTRAÑO TU OTOÑO...!


¡Extraño tu otoño ...!

Sí, ya sé que aquí es primavera, no me volví loca, no ... Bueno, aún no ... O eso creo ...

El Caso es que extraño el otoño, el tuyo y el mío. El pasear juntos pisando las hojas muertas que crujen bajo nuestros pies como quejándose en un último  intento por no desfallecer, no sucumbir, no desaparecer. El tumbarnos bocarriba en el claro del bosque donde se ha colado el sol como un furtivo entre las nubes que viajan deprisa, deprisa, como si llegaran tarde a una cita con su amado.

Extraño el fuego de la chimenea, y la taza de té humeante que me preparas para que temple mis manos heladas... Y la mantita de cachemir con que me cubres mientras contemplamos el estallido de oros y ocres en los árboles que atisbamos por la ventana que da a las montañas.

Y extraño las frías gotas de lluvia de que el viento repentino arranca a las nubes. Siempre pensé que eran lágrimas derramadas por el verano perdido ... Pero esas Lagrimas a mí me hacen sonreír cuando las siento caer sobre mi piel y no sé por qué, siempre me hacen pensar en la calidez de tu abrazo.

¡Extraño tu otoño ...!

Que es el mío aunque no esté. 

¡Extraño tu otoño...! 

Y te extraño sobre todas las cosas a ti.


Carmen
(3 de junio del 2014)


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