viernes, 25 de mayo de 2012

COMO SI DESHOJARA MARGARITAS


COMO SI DESHOJARA MARGARITAS.


Sí, así había pasado toda su vida. La había consumido deshojando días como el que deshoja margaritas . Siempre esclavo de aquella indecisión que le había consumido como un mal cáncer y le había arrancado uno a uno todos los sueños que una vez pudo tener.

Tenía más de setenta inviernos sobre sus espaldas y arrastraba una soledad con la que ya no podía. Cada mañana se le podía ver sentado en el banco del parque que está bajando por la calle que lleva hasta la estación de cercanías. La cabeza cubierta con una gorra y el mentón apoyado sobre la empuñadura de su bastón. La mirada perdida en la lejanía, solo él y Dios sabrían en que pensamientos o en que nuevas dudas.

Siempre me llamo la atención su presencia ausente y su aire de gris indiferencia. Nada parecía llamar la atención de aquel personaje que poco a poco se había hecho habitual en mis mañanas, como la magdalena con la que se empeñaba en acompañar mi matutino café el camarero de la cafetería desde cuyos ventanales, le contemplaba.

Sí, había pasado su vida deshojando margaritas... Arrancando día a día los pétalos de la flor de su vida ya marchita. ¿Qué cómo puedo saber eso así, a simple vista? Sencillo, él mismo me lo contó una mañana muy fría.

El invierno había llegado de golpe a la ciudad. Hacía tan sólo dos día atrás que aún el sol calentaba lo suficiente como para sentarse en un banco y ver pasar las horas con su paso sinuoso; pero aquella mañana, el sol se escondía tras un telón de nubes espesas y grises. No me sorprendió darme cuenta que el anciano no se encontraba sentado en el banco y como siempre, me dispuse a tomar mi café. Entré al calor reconfortante de la cafetería y tome asiento en mi mesita habitual junto al ventanal. Sonreí al camarero cuando este me indicó que enseguida estaría mi café y me concentré en la lectura del periódico mientras aguardaba. Minutos después llegó mi café... y la consabida magdalena y yo seguí enfrascada en las noticias nada halagüeñas sobre política  y economía.

De repente sentí que alguien se sentaba a mi mesa y levanté la vista asombrada dispuesta a reprochar a quien fuera por su descaro, pero mi sorpresa fue mayúscula cuando frente a mi encontré sentado a mi anciano del banco.

Aún estaba perpleja y con mi boca abierta cuando él me soltó a bocajarro aquella frase: "He pasado mi vida... como si deshojara margaritas."  Y acto seguido cogió la dichosa magdalena y me pregunto si pensaba comérmela. Como pude y sin haberme repuesto de mi sorpresa, le dije que no, que podía comérsela e indiqué al camarero que nos trajera otro café.

Doblé el periódico y lo dejé sobre la única silla que quedaba libre  y me dispuse a escucharle.

Me contó que desde que tenía uso de razón había sido una persona indecisa, dubitativa, miedosa. Que nunca había sido capaz de tomar una decisión a la primera ni a la segunda ni siquiera a la décima, sin ayuda y que aún no entendía cómo había sido capaz de sentarse a mi mesa ni mucho menos de dónde había sacado las fuerzas para hablarme.

Que todo había comenzado cuando era  muy pequeño con las preguntas tontas que la gente le hace a los niños pequeños ... "¿A quién quieres más, a papá o a  mamá?". Que luego siguieron creciendo las dudas...El bien y el mal... Te lo mereces o no... Lo sabes o no... Que nunca fue capaz de decantarse por una u otra opción y que mientras deshojaba la margarita de sus días, había perdido el amor y la vida sin darse cuenta y que ahora que llegaba al final del camino, por fin se había dado cuenta de lo que debía hacer.

Un pesado silencio se instaló entre los dos mientras que sin dejar de mirarnos fijamente a los ojos, nos tomábamos nuestros cafés. Cuando terminamos, se levantó y sin dejar de mirarme a los ojos me dijo algo que siempre recordaré:

- Nunca pierda el tiempo pensando el cómo y el por qué ni deje que le robe la vida la duda de si esta bien lo que es o hubiese sido mejor lo que pudo ser y no fue. No piense demasiado que ha de hacer, permítase equivocarse y deje que su corazón la guíe... Nunca mire más allá de su propio deseo y su propia felicidad.

Mientras se alejaba hacia la salida, atiné a preguntarle el por qué de todo aquello y nuevamente su respuesta me dejó pensativa y sin saber que hacer:

-  Porque ahora mi margarita se quedó sin pétalos. Se han terminado los días por deshojar en mi calendario y me he dado cuenta demasiado tarde de que he perdido todo pero que la última decisión sigue siendo mía y va a ser la primera decisión que tome en mi larga vida.

Se perdió tras un grupo de gente que entraba alborozada en la cafetería como la sombra anónima que adivinaba que siempre fue. Durante unos minutos me perdí en las palabra que me había regalado aquel hombre  y tras un suspiro que brotó de lo más hondo de mi pecho, pague los cafés y salí rumbo a mi despacho donde me perdí entre montones de papeles burocráticos que hicieron que me olvidara por unas horas al menos del encuentro con el anciano.

La vida siguió a mi alrededor, las horas pasaron, mi jornada laboral terminó y llegue agotada a mi casa pensando tan sólo en darme un baño de agua caliente mientras tomaba una copa de vino y escuchaba una suave música relajante. Llevaba todo el día soñando con ese dulce instante y sin saber ni cómo ni cómo no, de repente me encontré sentándome frente al televisor mientras apretaba el botón de encendido en el mando de control.

Lo que escuché y vi en la pantalla me heló la sangre en las venas. En primer plano aparecía la imagen de alguien a quien había aprendió a reconocer durante todas aquellas mañanas mientras tomaba mi café. Era una foto de mi ancianito del banco del parque, no podía creerlo... Quien hablaba estaba diciendo en aquellos momentos que el anciano se hallaba desahuciado por un cáncer que padecía y que aquella misma mañana le habían  comunicado que apenas le quedaba un mes de vida, apenas  una hora antes de arrojarse al tren que entraba en aquellos momentos en la estación de cercanías.

Olvide el baño, el vino y la música relajante... Olvidé mi cansancio y sólo atine a dejar escapar unas lágrimas calladas y amargas que arrasaron mis mejillas...

Sentí en mi persona la tremenda soledad de aquel hombre que había compartido conmigo el café de la mañana y la maldita magdalena y entendí las palabras que me había dicho... Su primera decisión se anticipó a lo que se le venía encima y le gano el pulso al momento del fin que para él había elegido la muerte y hasta le ganó en la forma de morir.

Me levanté del sofá algo mareada, levante el auricular del teléfono y me dispuse a dar mi propio paso en la vida... El anciano tenía razón, no merecía la pena estar sopesando el bien y el  mal en una balanza y yo no deseaba pasar mi vida deshojando los días en mi propia margarita.

Marqué sin perder más tiempo y cuando al otro lado escuche su voz preguntando quien era , con voz firme simplemente le dije...

- "Si, acepto". 
- ¿Estás segura? ¿Lo has pensado bien?
- No me preguntes, sólo acepta mi... "Si".

Y me sentí libre por primera vez. Colgué, apagué el televisor y ahora sí me dirigí al baño tarareando una canción....

"Como saber
si mi talento para amarte es suficiente
como saber
si no me das una señal para quererte
como saber
si alguna estrella se cae al mar se apaga y muere
como saber
si no me puedes responder si tu me quieres

Y mientras yo
deshojo la margarita....."




CARMEN
(25 de mayo del 2012)

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"La margarita dijo no"
Alejandro Sanz



miércoles, 23 de mayo de 2012

NO ME DUELEN... YA NO


NO ME DUELEN... YA  NO

Hoy me di cuenta de que ya no me duele el pasado vivido ni me asusta el presente por vivir. Comprendí que el paso que doy borra el paso dado e insinúa el paso por venir.

Me di cuenta de que no me duelen los "adiós" que jamás me dijeron ni las despedidas que nunca olvidaré. Comprendí que una sonrisa se dibuja en mi cara al recordar los momentos vividos, los silencios tan amados, los sueños que cubrió de polvo el olvido del ayer.

Hoy por fin comprendí mientras me miraba en el espejo de la vida, que la mía ha sido una buena vida, que tan sólo tropecé lo justo para aprender, que he sido capaz de vencer el miedo y la angustia, la pena y el dolor, el amor fallido y el desamor que huyó... Pero sobre todas las cosas...

Hoy entendí que esperarte fue lo mejor que supe y pude hacer. Que no importa si soy una polillita buscando la protección de las alas de un ángel, porque sé a ciencia cierta que ese ángel descendió desde su estrella a buscarme a mí y sólo a mí.

Hoy me sentí plena y feliz...!


Carmen

(23 de mayo del 2012)

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martes, 8 de mayo de 2012

ESCALERA AL CIELO


ESCALERA AL CIELO


Hace ya casi una eternidad... Bueno vale, quizás no haga tanto tiempo.

Hace años, cuando yo era una adolescente, vivía en mi mismo edificio un niño gracioso y vivaracho de grandes ojos negros  al cual le tenía un gran cariño. Alejandro tenía unos cuatro años y era de esos niños a los que no puedes dar la espalda ni un segundo sin que hagan una trastada; pero después, te miraba con aquellos ojos suyos enormes y dulces, te hacía un pucherito y te desarmaba por completo.

El día que su abuelo paterno murió, recuerdo que sus padres le pidieron a los míos si podíamos quedarnos con Alejandro mientras ellos se ausentaban hasta otra ciudad por lo del entierro y así fue como me encontré de repente con un hermanillo de pega, agregado al hermano que ya tenía de sangre.

Recuerdo al Alejandro de aquellos dos días muy distinto a como él era. No dio ni una molestia ni un ruido tan siquiera. Lo que era muy extraño en él dado su carácter.

La tarde en que regresaban sus padres, me senté a su lado y le pregunte si se encontraba mal y con una vocecilla infantil apenas audible me contesto que no, que sólo estaba triste, nada más.

Lo recuerdo como si fuera hoy. Caía la tarde y el sol que entraba por la ventana como la última caricia del día, daba de lleno en las figuritas de cristal tallado que coleccionaba mi madre y esparcía por la estancia arcoíris multicolores que hacían de aquellos momentos algo mágico. Yo pensaba que podía estar con mis amigos en vez de hacer de niñera cuando de repente Alejandro se volvió hacia mí y me pregunto de golpe, como disparándome a bocajarro:

-  Los muertos, cuando mueren, dónde van?

- Van al cielo si fueron buenos o al infierno si fueron malos o eso dicen Alejandro... Pero a mí eso del infierno no me convence para nada.

- Y mi abuelo... Dónde fue mi abuelo?

- Pues no sé... No conocía a tu abuelo... Cómo era?

- No sé, supongo que bueno. Cuando iba a verle, siempre me compraba caramelos de colores.... Y ahora... Ahora ya no volveré a verle. Oye, tu sabes que hay que hacer para poder visitar al abuelo?

- Pues no sé, Alex. Quizás morirse, pero a ti te falta aún mucho para eso.

- Y si construyo una escalera que llegue hasta el cielo?

- Eso es imposible!

Alejandro quedó callado unos minutos y de repente me dijo algo que hasta hoy que mi madre me llamo por teléfono y me dijo que había muerto en un accidente, no había vuelto a recordar. Me dijo con una voz apenas audible:

- Pues entonces... compraré un billete de avión y llegaré antes a verle allá en el cielo donde esté.

Y al recordarlo mientras mi madre me contaba los detalles del accidente y de como se había enterado, detalles que mi oído escuchaba salir del teléfono sin prestarles atención, mis ojos se han llenado de lágrimas al pensar que por fin Alejandro había encontrado una agencia de viajes donde le habían vendido un billete de avión sin vuelta para ir a visitar a su abuelo a la edad de 37 años... No tuvo que esperar mucho para hacerlo, la verdad.

Y me he sentido mal... Muy mal... Y he recordado una canción de Led Zeppelin, "Stairway to heaven" (Escalera al cielo) y quisiera dedicársela a Alejandro desde aquí y le deseo desde mi corazón, que su abuelo esté esperándole en la terminal del aeropuerto de llegada cuando aterrice, con los bolsillos llenos de caramelos de colores para él.

CARMEN

(8 de mayo del 2012)

domingo, 6 de mayo de 2012

ME DUELE LA CABEZA


ME DUELE LA CABEZA


Me duele la cabeza, ¿o será el alma tal vez? No se, ni fuerzas me quedan para averiguar que puede ser.

El corazón no es, no. El corazón lo perdí una noche de tormenta y no lo he vuelto a ver.

Me duele terriblemente la cabeza. Es insoportable como me duele. Quisiera hacerme pequeñita, más aún y minimizarme entre el polvo del camino. Enterrarme para siempre y dejar de ser. Fundirme con la misma esencia de la vida y quizas en otro tiempo y otra hora volver a renacer.

Y mientras soñaré que miro la luna imaginando mis ojos iluminados por la dicha de existir sin que duela tanto.

¡Qué tremendo dolor de cabeza!

¡Cómo quisiera terminar con todo de una vez!


CARMEN

(6 de mayo del2012)

FELIZ DIA DE LAS MADRES


HOY ES EL DIA DE LA MADRE EN ESPAÑA, PARA TODAS ELLAS

¡¡¡FELICIDADES!!!


Dicen que madre no hay más que una, aunque yo no lo considero así. Madre no es sólo aquella que nos lleva nueve meses en su cuerpo, madre también es la que aún sin poder llevarnos en su interior, nos arrulla y nos protege después de nuestro nacimiento.

Madre es la mujer que nos acuna, que nos canta para calmar nuestros miedos, que nos cura las heridas que sangran en nuestras rodillas cuando caemos, que nos regaña cuando perdemos el rumbo y nos endereza con mano firme y suave cuando dejamos el sendero.

Madre es la que nos protege de todo y de todos a cada momento, la que se desvela junto a nuestra cama cuando estamos enfermos, la que llora emocionada en nuestros grandes momentos o la que se deshace en llanto inconsolable cuando ve que nos perdemos.

Madre, lo que se dice MADRE, es aquella que nos ayuda a crecer, nos hace fuertes y nos empuja para que iniciemos nuestro propio vuelo.

En realidad sí, madre sólo hay una. Pero no es sólo la que nos lleva en su cuerpo.

Por todo, en este día os digo:

¡¡¡ FELICIDADES MAMÁS, EL PADRE NOS BENDIJO CON VUESTRA PRESENCIA POR COMPLETO!!!


CARMEN

(6 de mayo del 2012)

sábado, 5 de mayo de 2012

Y TE DIRE...


Y TE DIRE...



Y te diré adiós..
desde mi corazón vacio,
desangrado por mil heridas
y a fuerza de llorar
vacio de lágrimas
con que lavar mi dolor.

Y te diré adiós...
desde lo sereno de mi alma,
aliviada tal vez
de la triste carga
que adivinaba cada día,
que presentía tan cercana
dibujando la hora
de tu partida.

Y te diré adiós...
para quedarme sola
con tu recuerdo,
amor que pudo y no llego,
sueño que se llevó el viento.

Y te diré adiós...
aún sabiendo que seguirás
habitándome por dentro.
Quizás otro día,
quizás en otro momento...
pero hoy,
hoy te devuelvo de nuevo tus alas
para que eches a volar
lejos con el viento.

Y te diré adiós...
adiós sueño eterno.


CARMEN
(5 de mayo del 2012)

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martes, 1 de mayo de 2012

COMO EL VIENTO...


COMO EL VIENTO...

 
Como el viento...
Tu nombre amor mío
vuela y se enreda,
duende cautivo en la
jaula dorada de mi pecho
y se debate en un aleteo
incesante e indecente
que despierta en la aurora,
susurra mi boca
en arrullo de quejidos,
retazos de sueños dormidos.
Como el viento...
Ese viento que me llega,
me envuelve en caricias
y mi cabello despeina.
Como el viento...
Que juega con mi piel
enervando mis sentidos,
arrancando de mi
hondos y cálidos suspiros.
Necesidad imperiosa
hilvanada en puntadas largas
del deseo aletargado
que despierta, aún dormida,
tu recuerdo en mi.
Como el viento...
Como el viento has traído
vida a mi vida
y luz a la oscuridad
que me habitaba.
Como el viento...
Has sembrado en mi
la semilla que germina
de este amor tardío
que renace hoy
aún en la distancia
y florece cada día,
firme y puro sólo para ti.

 

CARMEN
(1 de mayo del 2012)

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